Por Marcos Nivar / Listin Diario - 03 de julio, 2023 - Artículo Original |
Anayma Germán, Irdelenia Germán, el redactor Marcos Nivar, Franklin Germán, Estervina Polanco, Derian Germán y Catalina Ramírez en la residencia de doña Estervina en San Pedro de Macorís.
Para Domingo German, único dominicano con juego perfecto en el béisbol de Grandes Ligas, hay algo mucho más sagrado que aquella actuación histórica para el país y para los Yankees del pasado miércoles 28 de junio y es su familia.
“Billy” como le apodan sus padres, hermanos, primos y allegados es el ídolo del humilde Batey Alejandro Bass, (cuya ubicación es difícil de encontrar hasta en los dispositivos móviles), ubicado en el municipio de Consuelo en San Pedro de Macorís a 17 kilómetros del Estadio Tetelo Vargas.
Y precisamente el pasado miércoles en la calle principal del Batey donde Domingo nació, no contaban con energía eléctrica, pero la voz corrió rápidamente cuando se rozaba la historia con su actuación en el montículo.
De inmediato todos sus seguidores buscaron como seguir la actuación y pasadas las 12:00 de la madrugada comenzó la celebración que no se ha detenido un instante.
Su tía Irdelenia Germán, quien reside en el batey pudo ver el partido por el celular y no se enteró de la dimensión de lo que estaba a punto de ocurrir hasta que terminó.
“La felicidad que Billy ha regalado a esta familia es muy grande, desde antes de esta hazaña, ha sido nuestro pequeño campeón y con este partido perfecto sé que callará muchas bocas a quienes pensaba que ya lo quedaba en el tanque”.
Mientras que su madre Estervina Polanco junto a su hermano menor, Franklin Germán, observaron el juego en su residencia, ubicada en el centro de la ciudad de San Pedro de Macorís, con emociones diferentes, pero con un mismo deseo que retirara de out a los 27 bateadores.
“En horas de la tarde conversé con Dios y me dijo que confiara en mi hijo, por eso estuve todo el tiempo tranquila, su voluntad fue obrando hasta que consiguió el perfecto”, dijo la madre mientras observaba la repetición en el teléfono de quien escribe esta historia.
“Cuando llegó el último out fui la mujer más feliz del mundo. Mi hijo lo hizo. Todavía no lo creo, pero es una realidad”.
Su copia
Su hermano Franklin, que también jugó béisbol y estuvo cerca de firmar como profesional, confiesa que nunca había sentido tanta felicidad en su vida.
“Siempre le pedía a Dios, que ayudara a mi hermano a lanzar un partido completo, nunca un perfecto y nos regaló una doble bendición”, dijo Germán.
Franklin, quien frecuentemente es confundido con el pelotero de Grandes Ligas por el gran parentesco que tienen dijo que no entendía porque los norteamericanos se emocionaban tanto cuando realizaban una hazaña importante hasta esa noche.
“Esa noche pude entender esas emociones que sienten los deportistas cuando consiguen algo importante en sus carreras, no lo puedes controlar.
No he parado de llorar, mis manos todavía me duelen, de tantas veces que le di al piso, después de todas las cosas que ha tenido que atravesar en su carrera, saber que su nombre permanecerá por siempre en los libros de las Grandes Ligas me hace sentir más que orgulloso”.
Al preguntar por una cualidad de Domingo, todos en su familia coinciden en una muy especial, su humildad.
“Domingo es la persona más auténtica y humilde que conozco. Solo es Grandes Ligas en el terreno, pero su comportamiento y su forma de ser tan desprendida con la comunidad y sus amigos es lo que más me impresiona”, dijo Anayma Germán, hermana mayor del pelotero.
Germán lanza hoy
Germán, quien presenta foja de 5-5 en la temporada y efectividad de 4.54 en 15 aperturas, subirá a la lomita este lunes frente a los Orioles de Baltimore a las 7:05 de la noche, en el Yankee Stadium.
En los brazos de su madre
Estervina dijo que fueron innumerables las ocasiones que Domingo quiso en algún momento tirar la toalla.
“Solo Dios y nosotros sabemos lo que Domingo ha pasado, lo he tenido que abrazar muchas veces para darle fuerzas. La presión de jugar en Nueva York no es para cualquiera, por eso me siento más orgullosa”.
Es muy fácil hablar
Así mismo, su tía Irdelenia, quien cuida a Germán como un hijo, dice que “es muy fácil hablar desde afuera por un micrófono o por las redes, lo difícil es subir a la lomita sin importar lo que te pase por la cabeza y hacer un buen trabajo, por eso admiro a Billy, porque lo ha seguido intentado y demostró que su talento es único”.
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