| Por Pedro Briceño / Listín Diario - 26 de noviembre, 2025 - Artículo Original |
Tras la carencia física y afectiva de su padre, Denzer Guzmán encontró en su abuelo Juan a la persona que lo guiaría por los caminos correctos del crecimiento personal y deportivo, hasta encaminarlo hacia una firma profesional en el béisbol.
Juan Ramón, su tío, también tuvo un papel determinante en su formación dentro del terreno. Mientras tanto, su abuela Ramona y un par de sus tías se aseguraban de que el entonces niño estudiara, estuviera bien alimentado y no desviara su rumbo.
Guzmán, hoy un pelotero profesional, vivió su debut —su esperado “cafecito”— en las Grandes Ligas con Anaheim este año. Su crianza no estuvo marcada por sus padres, sino por el esfuerzo constante de sus abuelos y tíos, quienes concentraron los principales sacrificios para convertirlo en un joven enfocado, disciplinado y en permanente evolución.
Decidido y con hambre de superación, Denzer Guzmán se convirtió en un ejemplo claro de que, cuando se entrega el 100 % del esfuerzo, los objetivos se alcanzan, incluso cuando el camino está lleno de obstáculos.
Su historia no admite matices: más de 100 tryouts realizó el propio paracorto en su lucha por conseguir una firma profesional.
“Con frecuencia hacía dos tryouts en un día; incluso los domingos me tocó mostrarme ante los escuchas”, expresó el pelotero de 21 años, integrante de los Toros, durante una conversación con Listín Diario.
En uno de esos momentos de desgaste, ya agotado de tantas evaluaciones, recuerda habérselo expresado a su abuelo y a su tío. Existía interés, pero uno de los equipos no quería superar el bono de 1.3 millones de dólares, cifra prometida inicialmente para 2021.
Sin embargo, las facultades del jugador despertaron mayores expectativas. El resultado fue un acuerdo final por 2 millones de dólares con Anaheim, uno de los contratos internacionales más lucrativos otorgados por la franquicia.
“En la familia siempre hemos sido muy unidos; tomamos las decisiones en consenso, y hoy ya pueden ver los resultados”, agregó el pelotero.
Este año agotó 42 turnos en las Grandes Ligas y se formó en la Academia Juano Béisbol Club, estructura fundada por su abuelo y su tío.
Ambos no solo fueron figuras de autoridad, sino también sus entrenadores directos, moldeando sus habilidades desde edades tempranas hasta concretar su firma. Desde entonces, nunca se ha detenido, enfrentando de inmediato las exigencias del béisbol organizado.
Su ascenso fue vertiginoso: permaneció apenas un año en la Dominican Summer League y, apoyado en su talento, avanzó rápidamente por las ligas menores. En 2025 accionó en tres niveles distintos, incluyendo finalmente la gran carpa.
Con 17 cuadrangulares y 74 remolcadas en Triple A, ya descansando en su habitación, recibió una llamada del dirigente Keith Johnson.
“Prepara tus maletas, te vas para las Grandes Ligas”, le dijeron.
La reacción fue inmediata y profunda:
“Ha sido la noticia más gratificante de mi vida. Me quedé unos cinco minutos paralizado, llorando de felicidad, celebrando sin control”, afirmó el nativo de San Pedro de Macorís.
“Se me fue el habla, la voz. Me quedé mudo un buen rato. Ser llamado a Grandes Ligas era algo que veía muy lejano”.
El desarrollo y la posterior firma de Denzer Guzmán constituyen un testimonio directo de disciplina, fe y guía familiar constante. Su abuelo y su tío no solo lo acompañaron: fueron sus primeros y más firmes aliados en el béisbol.
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