SAN DIEGO – El 21 de agosto del 2015, el derecho Joel Peguero firmó su primer contrato profesional con los Rays como agente libre amateur a los 18 años en la República Dominicana.
Exactamente 10 años después, Peguero por fin puede llamarse un ligamayorista.
Los Gigantes subieron al lanzallamas Peguero desde Triple-A Sacramento como parte de una serie de movimientos del roster anunciados antes del último juego de su serie contra los Padres en el Petco Park.
San Francisco también subió al jardinero venezolano Luis Matos, mientras que el derecho Kai-Wei Teng y el guardabosque Grant McCray fueron enviados a Triple-A Sacramento. El club transfirió al relevista Erik Miller (inflamación en el codo izquierdo) a la lista de lesionados de 60 días para abrirle espacio a Peguero, quien alcanzó 102.1 millas por hora en dos entradas en blanco de labor en su esperado debut en la Gran Carpa.
“Se siente increíble”, exclamó Peguero, de 28 años. “Esperé mucho tiempo. Mi sueño se ha hecho realidad”.
Ha sido un largo camino para Peguero, quien formó en la organización de los Rays y llegó hasta Triple-A Durham en el 2021. Sin embargo, nunca recibió el llamado a las Mayores y terminó siendo cambiado a Colorado al año siguiente. Luego lanzó en Triple-A con las organizaciones de los Rockies y los Nacionales durante las siguientes dos temporadas, pero pasó toda la campaña del 2024 en Doble-A Erie, filial de los Tigres, donde registró efectividad de 3.14 en 43 presentaciones como relevista.
Los Gigantes firmaron a Peguero a un contrato de ligas menores durante la temporada baja y quedaron impresionados cuando alcanzó las 101 millas por hora en su primera sesión del bullpen en el Scottsdale Stadium.
“Eso es una bendición de Dios”, dijo Peguero sobre su potente recta.
Peguero se convirtió en una de las mejores historias de los Entrenamientos, ganándose el Premio Barney Nugent 2025 como el mejor debutante en el campamento de Grandes Ligas tras trabajar 7.2 entradas en blanco con ocho ponches en nueve presentaciones de exhibición con los Gigantes.
Aunque estuvo cerca de ganarse un lugar en el bullpen del equipo para el Día Inaugural, tuvo un comienzo complicado en Triple-A Sacramento, donde se perdió un mes por una lesión en la rodilla. Más adelante, registró un promedio de carreras limpias de 5.10 en sus primeras 35 presentaciones de la temporada, pero encontró su ritmo en la segunda mitad, con 2.45 de efectividad, 26 ponches y ocho bases por bolas en 22 innings durante sus últimas 14 salidas con los River Cats. Los bateadores rivales tienen apenas 12 hits en 78 turnos (.154) ante él en ese lapso.
“Está pasando por su mejor momento como lanzador ahora mismo”, destacó el mánager de los Gigantes, Bob Melvin. “Sabemos que ha estado mucho tiempo en esto y que tiene un gran brazo. Hoy recibe su primera oportunidad. Estamos entusiasmados por eso”.