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Más de 3 mil programas en RD preparan peloteros del futuro

Por Listin Diario - 24 de marzo, 2010 - Artículo Original
El profesor. Ya en el ocaso de su carrera como jugador activo, Luis Polonia es uno de varios peloteros que han abrazado el don de la enseñanza y cuenta con su academia de béisbol en su natal Santiago, donde entrena más de una treintena de jóvenes.
El profesor. Ya en el ocaso de su carrera como jugador activo, Luis Polonia es uno de varios peloteros que han abrazado el don de la enseñanza y cuenta con su academia de béisbol en su natal Santiago, donde entrena más de una treintena de jóvenes.
Santo Domingo.- En la cada vez más numerosa presencia de peloteros dominicanos en Grandes Ligas y circuitos minoritarios juega un rol protagónico la existencia de los programas de béisbol, espacio que el transcurrir del tiempo ha permitido experimentar un incremento de tal magnitud que ya escasos rincones del país no cuentan con un territorio destinado para la práctica de este pasatiempo. Diferente a otros años en que los programas existentes eran exclusividad de los estadios de béisbol, ahora la expansión es tal que hasta los parques de softbol albergan a instructores entrenando jóvenes desde los 12 años en adelante y en cualquier rinconcito se percibe a los futuros aspirantes a peloteros correr, batear, atrapar rodados y lanzar pelotas. Diversos factores influyen en esta proliferación, uno de ellos lo representa el aumento en los bonos que reciben los novatos al momento de rubricar su firma. Mientras D¥Angelo Jiménez se convirtió en un boom cuando en 1994 acordó con los Yankees por 25 mil dólares, tres lustros después este es un monto pírrico al compararse con los recibidos recientemente por Michael Inoa (4.2 millones), Gary Sánchez (2.8), Miguel Angel Sanó (2.4), entre otros. Aunque sin tener una exacta cuantificación, de manera conservadora se calcula que los programas sobrepasan los tres mil en el país, donde solo los plays del Centro Olímpico albergan unos 25, con todo y que la estructura sólo cuenta con dos estadios hábiles para la práctica del béisbol en la categoría juvenil en adelante y otros dos donde entrenan niños. Sólo en la capital dominicana superan los 1,500, pues al Centro Olímpico, le siguen el estadio de La Normal, que cuenta con unos seis, los Trinitarios, los parques de los Hermanos Alou, Mendoza, Franklin Rodríguez en el 12 de Haina, play de la zafra, Ensanche Altagracia, Escuela de Iván Noboa, así como una serie de parques de softbol, los cuales son rentados con el objetivo de sentar residencia en la estructura. Es una especie de revolución que se agiganta de manera acelerada, mientras en el pasado las organizaciones de béisbol contaban con personal pagado que le llevaban peloteros a sus complejos, hoy día los propietarios de programas independientes tiene tienen una especie de escuela hasta sofisticada, que les permite entrenar hasta una treintena de muchachos. Ahora, el negocio del béisbol le abre las puertas de par en par a personas solventes, quienes preparan y entrenan a sus muchachos hasta colocarlos en el punto preciso para presentarlos ante los ojos de los sabios del pasatiempo en un encuentro que en la actualidad llaman tryouts o showcase. Alberto Arias, quien encabeza el principal programa en el sector los Trinitarios, expresa que la presencia de éstos tiene una incidencia tal que es el principal termómetro para medir la expansión registrada por el béisbol dominicano en Estados Unidos. Estos se han fomentado de tal magnitud que los mismos padres llevan a sus hijos del brazo para colocarlos en un programa y así continúen su desarrollo en el béisbol, sostuvo Arias, un ex jugador firmado por los Atléticos, pero que tiene unos diez años preparando jóvenes. Pero, mientras Arias es uno de los más conocidos buscatalentos de Santo Domingo, Fausto Mejía es una especie de hombre fuerte en Bonao, pues a pesar de su ubicación a su programa ubicado en el estadio 40 Aniversario les llegan jóvenes hasta de Azua y Montecristi, dos lugares bien apartados de su entorno. Incluso, como señala, cuenta con cuatro dominican York, quienes conviven con otros 25 jóvenes en una pensión equipada de todo para los peloteros, con quienes tiene un convenio firmado de recibir entre un 20, 25 y hasta 30 por ciento del bono que firman los novatos. Alberto Rosario, Santiago Ramírez, Joel Peralta son de los rostros más conocidos que se educaron bajo la potestad de Mejía. En el caso del último lo convirtió en lanzador tras recibir su baja como un paracorto. Obstáculos Pero no todo es color de rosa, estos buscones tienen casos de peloteros donde ganan y pierden e incluso los gastos son numerosos, pues van desde otorgarle las tres comidas diarias, comprarles vitaminas, gimnasio y en muchos casos hasta pagarle el colegio. Cuando tengo que llevar los muchachos a un tryout en cualquiera de las academias, esto me sale caro puescada viaje me sale por unos ocho y hasta 10 mil pesos, expresa Leo Rodríguez, quien tiene su centro operacional en Paya, donde ya tiene cinco años instalado, luego de laborar por unos siete con Enrique Soto. José García, 550 mil dólares; Itaniel Arias, 450 mil y Aneurys Carvajal, 300 mil son algunos de los principales jugadores firmados en el programa de Rodríguez, quien para el venidero proceso de firmas de Julio 2 tendrá en Alyson Peguero a uno de los bisoños más apetecidos. El desarrollo de los programas viene de mediados de los años 90¥s, para la época, Josephang Bernhardt se convirtió el siete de enero de 1996 en el primer bisoño en acordar por un millón de dólares (1.1) cuando fue firmado por los Azulejos de Toronto, su carrera pronto tocaría el final y los resultados fueron negativos. A él le siguieron Ricardo Aramboles (1.5 millones en 1996), Francisco Liriano (900 mil), Willy Aybar (1.4 en 2000), Willy Mo Peña (2.4 en 1998) y Joel Guzmán (2.25) hasta llegar a los grandiosos contratos de hoy día, donde los prospectos pasan en un abrir y cerrar de ojos de pobres a millonarios. En Baní Una de las ciudades más progresistas en lo relativo a la captación de jugadores es Baní, donde Ezequiel Sepúlveda asegura la existencia de unos 80 programas de béisbol, amparado en el logro alcanzado en la zona por Enrique Soto, un preparador de jugadores, quien entre sus cartas de firmas cuenta a Miguel Tejada y los hermanos Aybar. En lugares como Cañafistol, Matanzas, Salinas, Pizarrete, Paya, Nizao, Don Gregorio los jóvenes respiran béisbol, cuya práctica se extiende hasta Escondido, Villa Majega, Mata Gorda, El Limonal, los Barrancones. Brindarle alimentación rica en pastas, carnes y darle sus vitaminas son esenciales en el desarrollo de los jóvenes peloteros. Tengo un buen grupo en una pensión y le hago sus compras de comida de manera quincenal, sostuvo Mingo Frometa. Estas prácticas se realizan desde estadios sofisticados como el que apadrina Abel Guerra en Jubey o Born To Play, en Nigua, La Academia de Luis Polonia en Santiago o el recién inaugurado parque que dirigen Denio González y Tony Peña, pasando por instalaciones adecuadas de béisbol y hasta en una pequeña esquina o una lomita del Centro Olímpico. PARQUE OLÍMPICO En el más dramático de los casos, Agustín Elpidio Ramos entrena diariamente a más de una veintena de jovencitos en el destruido campo dos del parque Olímpico, a espaldas de la construcción de una vía del Metro, desafiando constantemente el polvo que levantan los camiones destinados para la obra. Los instructores de estos programas van desde Lucas García, un ex vendedor de repuestos de automóviles, los federados José Rubio y Andrés Polimar, el presidente de los Gigantes del Cibao, Laurentino Genao, hasta caballeros con un pie en la inmortalidad como Luis Polonia, Julián Yan y Gerónimo Berroa. Manny Aybar, Héctor Roa, Domingo Michel, José Báez, José Moreno, Carmelo Castillo, Denio González son algunos otros ex jugadores que cuentan con programas para la práctica del béisbol. El mismo García es uno de los hombres fuertes en este negocio. Ejecutivos de Grandes Ligas se mantienen con frecuencia conversando con él en busca de jugadores. Es una de las figuras notables en el Centro Olímpico y cuenta con más de 30 novatos en una especie de hotel ubicado en el Ensanche La Fe. Cada día observa unos cinco peloteros nuevos. En un país donde las 30 franquicias tienen centros operacionales, los programas de béisbol se convierten en el principal soporte para alimentarlas, preparando jóvenes de gran talento, muchos de ellos se convierten en relevo de las estrellas que brillan en la actualidad.
Listin Diario

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