Pese a ser una de las franquicias más jovenes en el torneo de béisbol invernal de la República Dominicana, los Toros del Este tienen entre su legión de seguidores, probablemente a los fanáticos más fieles de la pelota dominicana.
Se trata de la pareja de esposos Carmen Luisa Valdez de Miranda y
Joaquín Miranda.
Ambos, Carmen Luisa y Jaoquín, desde hace 32 años son abonados en la primera fila del área de palco del estadio
Francisco Micheli.
“Nunca hemos faltado a un partido de los Toros en
La Romana”, expone la señora Valdez de Miranda.
Más aún, la pareja de esposos no reside en
La Romana, sino en Higüey, desde donde se trasladan al estadio siempre que juegan los Toros.
“Son 32 años sin fallar ni un solo día a los partidos de los Toros”, dice con orgullo la señora Valdez de Miranda.
Expone que siempre le trae “regalitos” a los peloteros, como chicles, chocolates, bolones, caramelos y otros.
“Y es que ellos, los jugadores de los Toros, son para mí y mi esposo como nuestros hijos”, expone.
Antes eran liceísta y escogidista. La señora Carmen Luisa explica que antes de que existieran los Toros, la simpatía de ella y su esposo se repartía entre los
Tigres del Licey y los
Leones del Escogido.
Recuerda que su hija, Lisette Miranda, atleta de la disciplina de voleibol, fue la primera madrina de los Toros.
Para la ocasión su esposa y ella asistieron al primer partido de los Toros frente a los
Leones del Escogido y que el propósito era respaldar a su hija.
“Pero desde entonces nos convertimos en fanáticos fieles de este equipo”, dice.
Carmen Luisa añade que desde ese primer momento hasta la fecha, siempre han ocupado los mismos asientos en el
Francisco Micheli.
Producto de esa fidelidad, la directiva de los Toros designó al señor
Joaquín Miranda como el delegado del equipo en la ciudad de Higüey.
Dos años sin béisbol. Los Miranda recuerdan que hubo dos temporadas en que no se jugó béisbol en el estadio
Francisco Micheli, debido a que la instalación fue destruiada al paso del huracán George por
La Romana.
Se trata de las campañas correspondientes a 1998-99 y 1999-2000.
“A partir del año siguiento volvimos a ocupar nuestros asientos”, concluyó.