“Me inclino ante los jugadores de los Toros”, así reaccionó anoche el manager Arturo DeFreites, luego que sus pupilos consiguieran el boleto para la serie final del béisbol invernal dominicano que se inicia mañana con enfrentamiento contra las
Estrellas Orientales.
El piloto del conjunto de
La Romana, manifestó que “somos uno. Es un equipo unido y la armonía ha sido un arma esencial para poder avanzar a la final”.
DeFreites reveló que no estaba nervioso, “pues fueron muchos los partidos de tensión en que los Toros supieron mantener la victoria o hacer un rebelión viniendo de atrás para triunfar”.
“Leo, esta victoria ha sido grande. Estoy muy emocionado, Casi no te escucho, pero te puede decir que todo el mérito es para los jugadores, el gerente general Raymond Abreu, el cuerpo técnico y la alta dirección de los Toros que encabeza
Luis Emilio Rodriguez.
Las palabras del capataz de los Toros se produjeron en medio de una gran algarabía y un bullicio ensordecedor que parecía que los Toros habían ganado la corona.
Decisión sobre Valdés
Le pregunté a DeFreites sobre la decisión en la novena entrada de enviar al box a su cerrador
Fernando Abad y no dejar a
Raúl Valdés, quien sólo había permitido una carrera.
“Escucha, pon atención, pues tengo que decirte que si vuelve a suceder la misma situación, optaría nuevamente por enviar el box a cerrar a Abad.
“No puedo negar que pensé en dejar a Valdés para que concluyera el partido”, pero reiteró que si la misma situación se produjera diez veces más, tomaría la misma decisión de concluir el juego con mi cerrador de luxe”, me comentó DeFreites.
Phil Regan
El piloto de los Toros se desbordó en elogios a Phil Regan, coach de picheo de la escuadra de
La Romana.
“Ese señor ha sido valioso y un consejero extraordinario. Su experiencia me la ha transmitido. Y he conseguido grandes frutos con sus conocimientos: Él es un hombre que sabe mucho de béisbol”, refirió DeFreites.
Los Toros están en la final. Se fajaron con un equipo combativo en muerte súbita y lograron la victoria.
hasta mañana, si dios quiere, dominicanos.